No reniego de reflejos si en tus ojos no me veo. Mi cabeza agotó su fantasía y en tus manos el despojo de esta mentira. Me paro la melancolía inexistente de abrazarte un día. A fuerza de errores nacen los mejores colores, mezclaste tu sonrisa con la mía y nunca pero nunca fue punto de partida.
Idealizando las nubes, el cielo nunca será perfecto y aunque lo pintes siempre habrá una lluvia que destiña. No podes dibujar el alma cuando te quedas sola, no tenes quien te la describa. Vas a estar a solas con tu superficialidad, la falsedad crece en silencio cuando masticas excusas, te quedas sin amor por la cobardía que te mancha todo el lienzo con saliva, la que mucho habla poco responde. No voy a dar tregua a la fría independencia de no recurrir más a tu tacto, no permuto más mi atención por reflejos rotos, que me desfiguran el corazón.
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